domingo, 5 de junio de 2011

¿Quiénes publican este blog?

Este blog se publica por Claudia N. Hernández Sánchez, Patricia Figueroa Lucero y Nehily Garay Yaber, somos estudiantes de Psicología de la FES Zaragoza UNAM.

Cursamos el 4to. semestre y asistimos a la Clínica Tamaulipas, donde el área en la que damos servicio es la educativa bajo la supervisión de la profesora Gloria Moreno Baena.

Este blog tiene como objetivo brindar información a padres, profesores de preescolar y a aquellas personas que estén al mando de niños de 0 a 6 años, para que comprendan los cambios bajo los que están los pequeños y puedan ser un apoyo para ellos, estimulando las áreas pertinentes para lograr un desarrollo óptimo en los niños.

jueves, 26 de mayo de 2011

¿Qué es la psicomotricidad?

INTRODUCCIÓN


Los factores biológicos y sociales que determinan el desarrollo del niño son múltiples y complejos. Ambos aspectos son indispensables para la evolución: los aspectos heredados contienen el potencial real del niño; por su parte, el medio (principalmente social) puede influir en ellos positiva o negativamente, pero no puede cambiarlos.


Consideremos que el desarrollo y la futura personalidad del niño son el resultado de esta interrelación. La maduración depende, por un lado, de la evolución de las estructuras neurofisiológicas y, por otro, de los estímulos afectivos y relacionales que provienen del mundo exterior.


¿QUÉ ES LA PSICOMOTRICIDAD?


La psicomotricidad estudia la relación entre los movimientos y las funciones mentales, indaga la importancia del movimiento en la formación de la personalidad y en el aprendizaje, y se ocupa de las perturbaciones del proceso para establecer medidas educativas y reeducativas.


La psicomotricidad es una relación que existe entre el razonamiento (cerebro) y el movimiento de carácter reversible.


La psicomotricidad es entonces una disciplina cuyos medios de acción pueden ejercer una importante influencia en el niño, sobre todo en lo referente a su rendimiento escolar, su inteligencia y su afectividad.


INFLUENCIA DE LA PSICOMOTRICIDAD


Sobre el rendimiento escolar


El niño que no conocer adecuadamente su esquema corporal y cuya orientación espacial es deficiente, encuentra dificultad en adquirir determinados automatismos necesarios para su aprendizaje escolar.


Un niño libre de problemas psicomotores, automatiza inmediatamente ese movimiento y, una vez adquirido el automatismo, puede ocupar sus facultades mentales en otra cosa.


Sobre el rendimiento escolar


La psicomotricidad ejerce una influencia dominante sobre el cociente intelectual. Está demostrado que en la base de la inteligencia se encuentra la suma de las experiencias físicas de débil tensión energética vividas por el individuo.

Motricidad fina y gruesa

MOTRICIDAD GRUESA


Es la motricidad general del cuerpo, que se desarrolla en el movimiento y que es posible efectuar en espacios amplios o abiertos, donde pueden intervenir marcadamente los brazos y las piernas mediante actividades como la carrera, el salto, los lanzamientos o la carga de objetos diversos pesos en desplazamientos considerables. Esta clase de movimientos constituye la base para el desarrollo de otros que requieren mayor precisión o alto grado de complejidad.


Los primeros actos motores del niño son reflejos y le sirven para sobrevivir, pero a medida que el niño crece sus movimientos cobran un carácter exploratorio, a través de los cuales establece el control ocular que le permitirá al niño fijar la atención y conocer lo que le rodea.


Poco a poco va manipulando y llevando a su s todo lo que le resulta interesante, permitiéndole apreciar el sabor, el contorno, la textura, el volumen y la temperatura. De igual manera va captando impresiones táctiles procedentes de su cuerpo en relación con el espacio y de la posición de sus brazos y piernas, creando el esquema corporal que le servirá para realizar movimientos y desplazamientos de un lugar a otro, midiendo tiempos y espacio.


MOTRICIDAD FINA


Los movimientos del ser humano evolucionan o desaparecen desde el nacimiento mismo, los primeros movimientos son rudimentarios hasta que se logra la precisión en las etapas posteriores. La precisión es un factor muy importante ya que determina la exactitud en el movimiento, la acertada dirección de éste, la coordinación y el tiempo normal para la ejecución.


Ese parte del desarrollo motor concierne al desarrollo de los movimientos que exigen precisión, lo que requiere el previo desarrollo de la coordinación dinámica general, como lo es el equilibrio, la relajación y la disociación de movimientos.


En este proceso de desarrollo psicomotor, la motricidad de la cabeza y del tronco es anterior a la motricidad de las piernas. Los movimientos de los grandes segmentos musculares ubicados cerca del tronco maduran antes que los músculos del brazo; luego viene el desarrollo motriz del codo y éste procede al de la muñeca que, a su vez, es previo a los movimientos finos de los dedos.





Elementos base de la psicomotricidad

ELEMENTOS BASE DE LA PSICOMOTRICIDAD





La percepción


En primer lugar tiene que ver con una característica innata y adquirida a la vez, pero también con la percepción sensoriomotriz, que está ligada al movimiento. Aquí no referiremos a la última, ya que desempeña un papel importante en la elaboración del esquema corporal, del espacio y del tiempo.


La percepción sensoriomotriz es el conjunto de estimulaciones visuales, auditivas y táctiles. Ya sabemos que toda acción se apoya en la percepción y que todo conocimiento proviene de diferentes percepciones. La percepción tiene importancia en la práctica escolar cuando el niño aprende a discriminar las formas, los sonidos, los colores, etc.


Esquema corporal


Es la intuición de conjunto o el conocimiento inmediato que poseemos de nuestro cuerpo en situación estática o en movimiento, así como de las relaciones entre sus diferentes partes y, sobre todo, de sus relaciones con el espacio y con los objetos que nos rodean.


El conocimiento de sí mismo es el fruto de todas las experiencias activas o pasivas que tiene el niño. El desarrollo del esquema corporal empieza desde el nacimiento con los reflejos innatos del niño y las manipulaciones corporales que recibe de su madre.


La imagen del cuerpo es fundamental para la elaboración de la personalidad y determinante en el proceso de aprendizaje.


El esquema corporal comienza a emerger en la primera edad a través del conocimiento del cuerpo en su conjunto. Aproximadamente hacia los tres años, el niño distingue su cabeza, su cuerpo (el cuerpo significa para él el tronco y la parte abdominal) y sus piernas. La diferenciación de los brazos llegará un poco más tarde.


Lateralización


Es el resultado de una predominancia motriz del cerebro y consiste en la aprehensión de la idea de derecha-izquierda (tanto a nivel de los ojos como del cerebro), conocimiento éste que debe ser automatizado lo más tempranamente que sea posible; y depende de dos factores: del desarrollo neurológico del individuo y de las influencias culturales que recibe.


Podemos distinguir dos tipos de lateralidad:


a) La lateralidad de utilización, la cual se traduce por una prevalencia manual de las actividades corrientes o sociales.


b) La lateralidad espontánea, que está en función de la dominancia cerebral hemisférica y se manifiesta por una lateralidad tónica; es decir, en el lado dominante hay una tensión mayor.


En casi todos los sujetos la lateralización neurológica corresponde a la de la utilización.


La lateralización progresa por fases estables e inestables. Durante el primer año de vida, hay momentos de aprehensión y manipulación unilateral y bilateral. Se ha observado que hacia los 4 años se establece, de manera casi definitiva, la dominancia lateral, pero también se ha visto que se interrumpe por un periodo de indecisión alrededor de los 7 años.





La elaboración del espacio





Este se hace paralelamente a la elaboración del esquema corporal y ambos dependen de la evolución de los movimientos. Más que cualquier otra noción, la toma de conciencia del espacio surge de las capacidades motrices del niño que se inician desde su nacimiento. El espacio se vive conforme a las aferencias táctiles, auditivas y visuales.


El primero es el espacio bucal, centrado en su propio cuerpo, que se va abriendo circularmente con la manipulación de objetos, y se extiende considerablemente con la aparición de la marcha. A partir de esta nueva experiencia motriz, los espacios aislados se juntan y aparece un cierto sentido de la dimensión.


Hacia los 3 años, existe el espacio topológico, que no tiene formas ni dimensiones y se caracteriza por sus relaciones concretas de cercanía, orden y separación.


Posteriormente el espacio vivido se reelabora en el nivel de la representación: así el espacio topológico se convierte en esácio proyectivo.


El lenguaje permite la elaboración de las primeras nociones espaciales: derecha, izquierda, delante, atrás, etc.


Al final de la etapa, la orientación de su propio cuerpo se ha cumplido. El niño tiene acceso a un espacio construido alrededor de su cuerpo como eje de orientación. Ya puede establecer las relaciones dentro de formas, posiciones y distancias. Así domina las 3 direcciones esenciales del espacio tridimensional.


El último es el espacio euclidiano, donde los ejes y las relaciones espaciales serán respetadas.





La elaboración del tiempo





Sigue un proceso semejante al de la construcción del espacio. Empieza en la etapa sensoriomotriz y depende de factores ya conocidos; maduración, dialogo tónico, movimiento y acción.


En un principio existe un tiempo vivido ligado al sueño y a la vigilia, al hambre y a la comida, por lo que existen tantos tiempos como acciones.





Estos hechos, que se perciben por medio de los cambios, forman los elementos básicos para la elaboración del tiempo.


Con la función simbolica, se empieza a organizar la integración temporal. El niño comienza a situarse en el ahora y, a partir de este, en un antes y un después, y a distinguir situaciones simultaneas y sucesivas. El tiempo vivido va a elaborarse en el tiempo de la representación.


Un hecho importante de la elaboración temporal es la percepción del cambio. La sucesión de hechos tiene un ritmo en el que podemos distinguir dos aspectos principales:


a) El ritmo interior, que es orgánico, fisiológico, como la respiración, la marcha, etc.


b) El ritmo exterior, como el día y la noche, como los acontecimientos observados en la vida cotidiana, etc.





Etapas del desarrollo psicomotor: nacmiento al primero año de vida

ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOMOTOR DEL NIÑO


Panorama de las adquisiciones motrices


- Primer mes


La motricidad del recién nacido está gobernada por los movimientos reflejos entre los que destacan la succión y el de presión. Aun no pueden sostener la cabeza pero es capaz de orientar la boca, cerrar la mano al contacto de cualquier objeto


-Hasta los cuatro meses


Aparecen, en forma rudimentaria, movimientos voluntarios, estos son mas coordinados y existe un mayor control de la cabeza, ojos y manos. Las manos intentan tomar los objetos que permanezcan en el campo visual.


- Entre cuatro y siete meses


La influencia del ambiente en el proceso de aprendizaje empieza a ser notable ya que los procesos se dan de manera más rápida.


La coordinación entre los sentidos y la motricidad alcanza su punto más alto con los éxitos que obtiene el bebé al alcanzar los objetos. El bebé al mes observa los objetos sin intentar tocarlos; a los tres meses dirigen sus manos hacia ellos y a los cuatro meses consigue tocarlos.


- A los seis meses


Ya pueden mantener su cuerpo erguido cuando está sentado y soporta casi la totalidad de su peso cuando está de pie. Sus habilidades manuales se desarrollan extraordinariamente, puede pasar los objetos de una mano a otra y golpearlos.


La creciente solidez muscular y la percepción de la gravedad conseguirán que el bebé desarrolle un nuevo comportamiento


- Hacia los seis meses


Se inicia el llamado "estadio del espejo", que supone una autentica revolución para la organización psicológica infantil; el bebé empieza a forjarse una idea de sí mismo, de su esquema corporal, identificarse a la imagen que le devuelve el espejo.


- Entre los siete y 12 meses


En este periodo el niño da sus primeros pasos. Empieza a desplazarse arrastrándose, aproximadamente de siete a ocho meses, manteniendo su abdomen en contacto con el suelo. Después logrará gatear sobre manos y rodillas a los nueve meses, y posteriormente, a los once meses, sobre manos y pies.


Alrededor del año, lograra caminar cogido de la mano y un mes más tarde podrá hacerlo solo, aunque un poco torpe todavía.


La calidad de la pinza índice pulgar se desarrolla hasta poder permitirle usar sus dedos como una pinza con la que agarrar los objetos más pequeños y manejarlos con precisión, en especial manteniéndolos y sacándolos de otros más grandes.

Etapas del desarrollo psicomotro: primer año

ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOMOTOR DEL NIÑO



Primer año



En este periodo aquel pequeño que apenas se movía sin coordinación manos, pies, etc. logrará coordinación de los sentidos con los músculos y el cerebro para convertir los reflejos innatos en actos voluntarios dirigidos a un fin concreto. Toda adquisición nueva en el campo de la motricidad supone una pequeña revolución en el mundo mental del infante, por ella se habla de Psicomotricidad.



Las adquisiciones motrices de este primer año le van a permitir desplazarse, apreciar que el mundo tiene tres dimensiones y no solo dos, atreverse a deambular en él y así convertirse en protagonista activo de los acontecimientos de su vida.



El desarrollo de la motricidad corre paralelo a la evolución psicológica del niño y ocupa, junto con el desarrollo afectivo en lugar de importante para conocer a detalle al estado general del año.

Etapas del desarrollo psicomotor: segundo año de vida

Primer año


En este periodo aquel pequeño que apenas se movía sin coordinación manos, pies, etc. lograra coordinación los sentidos con los músculos y el cerebro para convertir los reflejos innatos en actos voluntarios dirigidos a un fin concreto. Toda adquisición nueva en el campo de la motricidad supone una pequeña revolución en el mundo mental del infante, por ella se habla de Psicomotricidad.


Las adquisiciones motrices de este primer año le van a permitir desplazarse, apreciar que el mundo tiene tres dimensiones y no solo dos, atreverse a deambular en él y así convertirse en protagonista activo de los acontecimientos de su vida.


El desarrollo de la motricidad corre paralelo a la evolución psicológica del niño y ocupa, junto con el desarrollo afectivo en lugar de importante para conocer a detalle al estado general del año.


El desarrollo de la motricidad interviene de manera coordinada en tres procesos distintos


· La maduración del sistema nervioso, este proceso finalizará hacia los cinco años


· La evolución de las capacidades sensoriales


· El fortalecimiento de los músculos, que proseguirá hasta entrada la adolescencia


Maduración neurológica


La situación de madurez en la que se encuentra el Sistema Nervioso es la responsable de las limitaciones motrices que afectan al bebé. Durante los primeros tres meses no puede coordinar los movimientos entre si y los estímulos que recibe a través de los sentidos provocan tan solo movimientos reflejos indiferenciados e involuntarios, esto indica que el sistema nervioso funciona a la perfección y su desaparición en el momento oportuno, que el proceso de maduración avanza, dejando paso a nuevas posibilidades para adquirir y desarrollar actividades motrices más complejas


La influencia del medio ambiente que recibe el niño a través de todos sus sentidos, colabora decisivamente en su desarrollo, y se hace difícil distinguir la maduración del proceso de aprendizaje


La estimulación sensorial y el desarrollo motor


Los sentidos se desarrollan antes que la motricidad voluntaria y en cierto modo, su perfeccionamiento y evolución es la garantía para un acceso óptimo a todos los demás aspectos de la motricidad.


Es siempre oportuno estimular al niño ofreciéndole la oportunidad de experimentar por sí mismo con la vista, olfato, oído, gusto y tacto. Toda sensación nueva será guardada en su memoria y servirá para hacer más completo y útil su aprendizaje, aunque esto no significa que debemos bombardear al bebé indiscriminadamente con estímulos de todo tipo


13 meses


Desarrollo físico del niño durante el segundo año


A partir del primer año, la estructura corporal del niño se aproxima cada vez más a la del adulto. Este cambio en el aspecto físico es debido a que se va reduciendo paulatinamente, la desproporción entre las distintas partes del cuerpo que existía en el bebé y también a que la grasa subcutánea acumulada durante los primeros meses va desapareciendo en gran parte, en beneficio del desarrollo de la masa muscular, que va ganando una proporción mayor en el peso total del niño.


En esta etapa ha logrado un dominio parcial de sus piernas. A los 15 meses el bebé puede pararse perfectamente. A los 18 meses avanza mas rápido pero con una marcha tiesa; se sienta en una silla de adulto, ya ´puede subir las escaleras con ayuda de un adulto.


Evolución de la marcha


A los 12 meses el niño ya es capaz de caminar cogido de la mano, algunos incluso sosteniendo un objeto en la otra mano al mismo tiempo, puede agacharse a coger un objeto del suelo si tiene un punto de apoyo.


A los 15 meses la mayoría son capaces de andar solos, pueden dar algunos pasos. Con ayuda de un adulto pueden subir y bajar de la acera, a los 18 meses es capaz de trepar una silla, a los 24 meses puede correr sin caerse, patear un balón, sube y baja la escalera sujetándose a la barandilla.


Evolución de las funciones motrices a los cinco y seis años


Sobre la base de unos rasgos evolutivos comunes a la especie humana, el crecimiento físico y motor de cada niño se va configurando directamente bajo la acción de distintos factores ambientales, desde la alimentación que recibe hasta la actividad que desarrolla, y el medio geográfico al entorno social y cultural.


Todavía en estos próximos años, las pruebas de extensibilidad, nos revelaran que el menor sigue perdiendo capacidad flexora en los músculos de los miembros superiores.


En los miembros inferiores la evolución se produce de forma distinta. El Angulo poplíteo, que es el que está formado entre la pierna extendida y el musculo doblado sobre la pelvis, va aumentando hasta los tres años, disminuye entre los cinco y los 10 años, oscilando entonces entre los 100 y 120 grados, posteriormente vuelve a recuperar extensibilidad, alcanzando una abertura que suele variar entre 120 y 140 grados.


En general, las niñas son más extensibles que los varones; el Angulo poplíteo suele alcanzar en ellas 15 a 20 grados más que los niños.


A partir de los cinco años aparece por primera vez la posibilidad de distender voluntariamente los músculos, que puede comprobarse fácilmente pidiendo al niño que se coloque tendido sobre la espalda y en esta posición intente relajar completamente los brazos y las manos.


Estatismo


El estatismo en inmovilidad sigue una evolución constante en los años de infancia y se descubre verificando el grado de equilibrio que consigue alcanzar el niño en cada momento. Pocos niños a los cuatro años, pueden mantener más de 10 segundos de estatismo sobre las puntas de los pies si han de permanecer durante la prueba con los ojos cerrados. Con los niños de cinco años se puede conseguir una proporción no superior al 70%


Des pues de haber cumplido los seis años aumenta hasta el límite el porcentaje de éxitos y también de forma progresiva, el tiempo de permanencia.


El estatismo en los movimientos se puede seguir, sobre todo a partir de los saltos. A partir de los cinco años, aproximadamente, todos los niños son capaces de saltar con los pies juntos, cayendo en el mismo sitio; antes de cumplir los seis podrán alternar estos saltos con saltos laterales y hacia atrás y adelante. También en estos momentos realizaran casi sin ninguna dificultad salto sobre un solo pie con la pierna dominante; solo los más adelantados en su desarrollo motor pueden lograr este ejercicio antes.


En las pruebas de salto de altura, el niño de cinco años puede rebasar una cuerda situada a unos 20 cm del suelo; a los seis conseguirá fácilmente un salto de 30 cm. Antes de cumplir siete años, los varones alcanzaran fácilmente regularmente marcas superiores a las establecidas por las niñas de su misma edad.


Desarrollo de los movimientos coordinados


El movimiento es una característica esencial de la vida y sirve a todos los seres humanos como una indispensable herramienta de supervivencia ya que nos permite alcanzar lo necesario y evitar lo dañino.


A lo largo de los cinco billones de años de evolución , el movimiento se ha vuelto cada vez más complejo desarrollándose desde las simples formas de desplazamiento adoptadas por los organismos unicelulares hasta los extraordinarios movimientos de los seres humanos.


El recién nacido, en cuanto a su capacidad de movimientos, se encuentra a nivel de un reptil primitivo ya que no puede controlar el movimiento de la cabeza y solo puede arrastrarse lentamente, aunque es capaz de hacer algunos movimientos. Por desgracia, el niño generalmente es colocado en una pequeña cuna, envuelto en un cobertor y vestido de tal modo que se inhibe cualquier movimiento voluntario. Al no observar ninguna expresión de movimiento, tendemos a pensar que los recién nacidos son incapaces de moverse y reducimos aun mas cualquier manifestación activa de este aspecto básico del desarrollo.


Los niños puede arrastrarse desde que nacen, si dejáramos a un recién nacido sobre una superficie notaríamos que realiza movimientos muy lentos con todo el cuerpo. Este movimiento activo, realizado en el sentido de las manecillas del reloj, se puede observar cuando el niño tiene suficiente espacio a su alrededor, se ha podido observar que el bebé de tres semanas son capaces de girar completamente de un lado a otro, ya que cada avance es siempre la combinación de un desarrollo interno y una experiencia externa.


Para ayudar al movimiento involuntario desde el nacimiento, basta con una cama más grande que las cunas que se usan comúnmente y algunos objetos interesantes que sirvan como estimulo al movimiento.


El proceso de mielinizacion de las fibras nerviosas en muy rápido y empieza con los músculos oculares. El niño aprende a controlarlos en un mes, lo que les permite seguir mucho mejor lo que sucede en el ambiente. Este ya es un paso importante, pues implica la libertad de observar. Si el niño es colocado en una cuna con barrotes, no tiene mucho sentido tener la capacidad de observación, ya que no se puede usar ni mejorar.


Al segundo mes de vida, el bebé ya controla los músculos del cuello y puede sostener solo la cabeza. Si el niño, que ya es capaz de dirigir la mirada, también tiene la libertad para observar, este nuevo logro producirá un cambio notable en su relación personal con el ambiente. El control de la cabeza es el principio de su dominio del ambiente.


Entre el tercer y el cuarto mes, dependiendo del estado general de salud del niño, y especialmente de la experiencias que haya tenido, la coordinación empieza a extenderse a las manos, el niño empieza a utilizarlas intencionalmente para alcanzar objetos, tomarlos y acercárselos. Ahora pueden desarrollar la capacidad de arrastrarse, y si tiene espacio para moverse libremente, podrá alcanzar todos los objetos que despierten su interés y conocerlos a través de los sentidos de la vista, tacto y gusto.


A los cinco mese de edad, los niños todavía se consideran pequeños, aunque ya son capaces de dominar el espacio que los rodea arrastrándose hábilmente. Esta forma de movimiento les permite descubrir el placer y la alegría de satisfacer su curiosidad por todo aquello que forma parte de su ambiente.


Entre los cinco y seis meses, precisamente por que su habilidades motoras han mejorado tanto, puede que el niño decida bajarse de la cama, aunque lo hace hacia atrás, bajando primero las piernas y luego el resto del cuerpo. Este es otro paso importante en el desarrollo, que ofrece la libertad de ir a buscar a la madre casa ves que el niño despierta, se acuerda de ella y quiere verla. A estas alturas, el ya no necesita llorar para llamar la atención de su madre. Sabe lo que quiere y es capaz de obtenerlo sin pedirlo, usando su habilidad de moverse y las nuevas capacidades de su cuerpo. Una cama baja puede ayudarle a hacer por si mismo cosas importantes muy pronto. Una media tan simple pata fines importantes.


A los seis y siete meses, el niño es capaz de coordinar los músculos del tronco y se puede sentar, entre los seis y ocho meses, el niño pasa gradualmente de arrastrarse a gatear, y todas las etapas intermedias: usar las manos para levantar la parte superior del cuerpo, doble las rodillas y tobillos para levantar la base de la espalda. Estos nuevos movimientos nos permiten observar el progreso de la mielinizacion hacia la parte inferior del cuerpo.


A los ocho meses, el ha perfeccionado la técnica de gateo, y a los nueve mese puede pararse y permanecer erguido con la ayuda de un apoyo cercano


Entre los 11 y 12 meses, el niño comienza a caminar en dos piernas. Esto es un notable desarrollo si consideramos que el recién nacido no es capaz de sostener su cabeza, mientras que ahora ha logrado en complejo equilibrio necesario para mantenerse erguido en dos piernas. Sin embargo, un aspecto trágico del desarrollo del movimiento es que generalmente mientras más cosas sean capaces de hacer los niños, mas se les restringe su libertad de acción, pasa de la cuna a la silla de bebé, al coche, a la silla alta y al corra.


Los meses pasan pero el niño nunca se le da la oportunidad de moverse libremente y de practicar actividades para mejorar su coordinación. Los niños solo quieren satisfacer el deseo de moverse libremente, que es el impulso interno más fuerte durante este periodo.


Al alcanzar el trabajo necesario para el desarrollo del movimiento coordinado, la relación de los niños con su madre cambia. Los niños aprende a estar con la gente de un modo diferente: compartiendo el mismo ambiente, observando a otras personas, escuchándolas habla o cantar a los adultos. Su modo de comunicación ya no es primordialmente el contacto a través de la piel.


Por esta razón la capacidad de moverse activamente, es una gran ayuda para el desarrollo de una “separación” positiva y natural.


La decisión de ofrecer al niño un espacio para moverse tiene importantes repercusiones tanto para los padres como para el niño porque implica la decisión de tener una vida familiar orientada cada vez hacia la colaboración de las personas que viven juntos.


13 meses


Salgan de paseo a tomar el sol, 15 minutos al día. Aproveche y juegue con el mostrándole plantas diferentes formas y colores.


Deje cerca de su hijo los juguetes de jalar empujar y transportar


Indique como puede tomar cubos u otros objetos con una cuchara de madera para descargarlos finalmente dentro de un carro y poder trasportarlos


Juegue con su hijo a conducir un automóvil a través de sonidos “run run” y el sonido del silbato. Practique rutinas como detener el carro y arrancar nuevamente


Deje que el niño guarde y saque los juguetes de la caja de juguetes. Ayúdelo a hacer filas y explíquele el orden de los juguetes (de grande a pequeño, colores, etc.). Forme pirámides y torres después para derrumbarlas. Vuelva a colocarlas y haga que el niño los tumbe sin que se asuste por eso.


Deje el niño intente vestirse o que le ayude a colocarse algo y alcanzar las cremas o lociones.


Ponga en las manos de su hijo un poco de crema y permita que él la extienda en su cuerpo. Mientras lo hace usted puede recordarle las partes del cuerpo


Deje que el niño estire los brazos para que alcance la llave de la ducha. A si mismo permita que se apoye de la pared para mantener el equilibrio.


Deje que su hijo tome la cuchara, la sostenga e intente comer con ella. No importa que se ensucie. El utensilio debe ser pequeño y liviano.





14 meses


Cuando su hijo termine de jugar, indíquele que guarde los juguetes al ritmo de una canción.


Deje que el niño siga el ritmo de una canción golpeando diferentes objetos.


Acostado sobre la cama, tome los pies del niño por los tobillos y haga que pedalee como en bicicleta. Al tiempo que lo hace, repita los ruidos de un carro o de una motocicleta.


Prémielo cuando el reconozca las partes de su cuerpo. Primero comience con los de la cara, y cada día cambie de parte. No lo sature en un día preguntándole por todo.


Pida a su hijo que señale las cosas.





15 meses


Dele al niño juguetes que pueda jalar, como carritos con cuerda o caja amarrada. Esta actividad si ya camina solo le ayudara a afianzar sus pasos.


Enséñele a su hijo a lanzar un muñeco de trapo o una pelota, para que vaya a buscarlo. Deje que el observe en donde cayó. Tenga en cuenta que el tamaño del o9bjeto que lanza debe disminuir a medida que crece.


Teniendo de pie al niño, tómelo de las manos y balancéelo suavemente hacia adelante y atrás o de un lado a otro. Al ritmo de la música. Así le ayudara en la búsqueda del equilibrio corporal.


Enséñelo a girar la cabeza cuando este caminando. Para lograrlo llámelo por su nombre.


Deje caer los juguetes a los pies del niño, y pídale que los recoja y se los entregue; después, dígale que los guarde en la caja de juguetes. Si a causa del ejercicio el niño pierde el equilibrio ayúdelo sosteniéndolo con una mano.


Entrene a su hijo para que suba gateando las escaleras. Puede logrando colocando un juguete en un escalón delante de él y estimularlo para que lo alcance. Es importante que avance de manera cruzada así: cuando apoye la mano izquierda debe hacer lo mismo con la pierna derecha y viceversa.





16 mese


Dele al niño una masa de maíz para que la manipule y haga bolitas. Si llega a molestarse por quedar sucio, explíquele que luego se lava; pero no le haga saber cuan sucio está.


Mientras que usted alista que se va a poner, deje que el niño ayude a quitarse la ropa. Después pregúntele si le gusta la ropa que se va a poner; haciendo que participe en las decisiones.





17 meses


Permita que el niño explore con tiza o marcadores sobre un tablero; después, guíelo y trace una línea; después, deje que él haga lo mismo, otro ejercicio que puede complementar esta actividad es el hacer puntos seguidos.


Prémielo cuando termine de comer. Obséquiele un caramelo blando, envuelto en un papel, para que el lo desempaque y se lo coma.


18 meses


Siga premiando la práctica del niño para que coma solo y siga utilizando su plato y su cuchara de plástico.


Dele a su hijo alimentos semiblandos. Puede pasarle un pedazo grande de carne para que lo chupe y le haga masajes en las encías. Debe tener cuidado para que no se le atore.


cerciórese que cuando el niño tome la cuchara para comer, la mano vaya a la boca y no la boca a la mano.


Estimule el desarrollo del equilibrio de su hijo. Llévelo al un parque en donde pueda caminar sobre un tronco, manteniendo el equilibrio; luego pídale que baje y vuelva a subir. Ayúdelo para que pueda hacerlo.





19 y 20 meses


Ayude a su hijo en el aprendizaje de pasar agua, arena o piedras de un lado a otro. El elemento que se recomienda para esto es un tarro de plástico de boca grande.


Permita que él ayude a vestirse, aunque lo haga lentamente. Coloque la ropa del niño y evite las correas de hebillas. Colóquele pantalones con resorte u overoles cómodos y anchos.


Motive a su hijo para que pase por encima de obstáculos sin pisarlos; después dígale que regrese. Los bloques con los que juega o pequeñas cajas pueden servir como barreras. Poco a poco usted podrá aumentar de tamaño estos obstáculos.


Juegue con el niño a la pelota, afuera de la casa como si fuera un mini futbol. Estimúlelo a correr.


Juegue con su hijo al caballito sobre su pierna. Aproveche para cantar la canción “dos caballitos de dos en dos alzan la pata y dicen adiós”


Baile con su hijo tomándolo de las manos aproveche esta actividad para que levante un pie, luego el otro y doble la rodilla, esto tonificara los músculos. I


Pídale que rasgue papelitos con los dedos y luego que los pegue en una figura


Incentive al niño la estabilidad mediante el juego galope. Enséñele el trote y luego la carrera, para lo cual puede construirle un caballito de madera con un palo y una cara rellena.


Motive al niño para que arrugue papel. Después de hacerlo permitalo para que lo desarrugue sobre una superficie plana.


Complemente las habilidades manuales del niño con juegos de bloques, boteones y cremalleras.


Ayude al niño a ejercitarse subiendo y bajando escaleras


Practique con el niño las cuclillas e insitelo a caminar unos pocos pasos cuando este agachado, repita lo mismo pero levantado, indíquele caminar hacia adelante y atrás.


Insite al niño a buscar nuevas formas de movimiento en un solo pie, haga que trepe, salte y brinque. Pídale que lo haga con los dos pies.


Estimule al niño para que diga el nombre de las partes de su cuerpo que puede tocarse. Pregúntele “¿Qué es est0?” al momento que señala las partes de su cuerpo.





21 y 22 meses


Juegue con el niño saltar en un pie y luego con el otro, si necesita ayuda sosténgalo de las manos.


Siéntese con el en el suelo o pasto y haga rodar una pelota de manera que la atrape y de devuelva con la fuerza necesaria parq que le llegue a las mano o a los pies.


Construlla cuevas en la casa utilizando dos sillas y cubriéndolo con una cobija en señele a pasar gateando por abajo


23 y 24 meses


Permita que el niño disfrute de actividades y juegos de piscina


Inicie la educación rítmica elemental del niño, comenzando con el movimiento, música y poco a poco la palabra a través de la canción.


Permita que su hijo haga los ejercicios físicos al compás de una canción imitándola


Delimite los movimientos de ejercicios corporales que el niño realiza en: gatear, rodar, arrastrarse, caminar, brincar, bailar, correr con lo ojos abiertos y cerrados.

Etapas del desarrollo psicomotor: tercer año de vida

TRES AÑOS


A partir de los 3 años los niños muestran mayor desarrollo en las áreas motora y mental, medido de acuerdo a variables como lenguaje, habilidad visomotora, memoria, inteligencia social y razonamiento. Las actividades motoras y los juegos realizados al aire libre pueden contribuir favorablemente al mismo.


Características motrices


Le gusta la actividad motriz gruesa, si bien menos exclusivamente. Se entretiene con juegos sedentarios durante períodos más largos, le atraen los lápices y se da una manipulación más fina del material del juego. Tanto en el dibujo espontáneo como en el dibujo imitativo, muestra una mayor capacidad de inhibición y delimitación del movimiento, Sus trazos están mejor definidos y son menos difusos y repetidos. Aunque no podrá dibujar un hombre hasta los cuatro años, puede hacer trazos controlados, lo cual revela un creciente discernimiento motor. También en la construcción de torres muestra un mayor control, el niño de tres las hace de nueve o diez cubos. Este mayor dominio de la coordinación en la dirección vertical se debe aparentemente a la maduración de un nuevo equipo neuromotor, antes que a un ensanche de los alcances de la atención. Aunque dotado de mayor control en los planos vertical y horizontal, tiene una curiosa ineptitud en los planos oblicuos. Puede doblar un pedazo de papel a lo largo y a lo ancho, pero no en diagonal, aun con la ayuda de un modelo. Una ineptitud semejante se pone de manifiesto en los dibujos imitativos. La naturaleza no ha hecho madurar, todavía, el soporte neuromotor necesario para el movimiento oblicuo.


El niño de tres es de pies más seguros y veloces. Su correr es más suave, aumenta y disminuye la velocidad con mayor felicidad, da vueltas más cerradas y domina las frenadas bruscas. Puede subir las escaleras sin ayuda, alternando los pies. Puede saltar del último escalón con los dos pies juntos y puede saltar con los pies juntos desde una altura de hasta 30 cm, y hasta puede pedalear un triciclo. La razón de estas conquistas estriba en el sentido más perfeccionado del equilibrio y en el progreso Cefalocaudal. En su andar hay menos balanceo y vacilaciones; ya que está mucho más cerca del dominio completo de la posición erguida, y durante un segundo o más puede pararse en un solo pie.


Sabe vestirse sin ayuda, excepto amarrar los cordones de los zapatos y abotonarse, usa palabras en plural, puede comer sin ayuda y hace preguntas constantemente.


Ejercicios y actividades de estimulación


Una forma de estimular a su hijo a esta edad es la continuación de las actividades de los meses anteriores, dejándole un mayor espacio físico y manejando sitios recreativos o parques con columpios o túneles, areneras, caminos, un bosque de eucaliptos o lo que pueda ofrecerle el jardín infantil.


*Enséñele el uso de los lápices de cera de colores, en frío o en caliente.


*Deje una mesa y una silla del tamaño del niño para que allí ponga en práctica sus actividades tendientes al desarrollo de la habilidad manual. Él permanecerá sentado en ese lugar.


*Estimule en el niño el manejo de los pinta deditos (pintura especial que no requiere protección y que es fácil de retirar con agua).


*Muéstrele al niño cómo se diluyen la acuarela o el acrílico.


*Motívelo a que coloree sin salirse de la línea.


*Enséñelo a borrar para que observe cómo puede desaparecer una línea trazada con lápiz.


*Muéstrele como puede punzar sobre una hoja de papel apoyada en un cojín. Dibuje un objeto de líneas curvas, por ejemplo un conejo; después, dígale al niño que pique con un punzón sobre la línea.


*Indíquele cómo puede pasar uno o varios cordones de colores por un cartón con huecos.


*Juegue con su hijo al reloj y la bruja con esto ayudara a su hijo con el manejo de direcciones, cántele: “el reloj de Jerusalén, de la 1, 2 ,3.” Cuente hasta 12 y luego agáchese


*Motive al niño y enséñele a su hijo el manejo de las tijeras de punta redonda

Etapas del desarrollo psicomotor: cuarto año de vida

CUATRO AÑOS



Características motrices



El niño de cuatro corre con más facilidad que el de tres. Puede, asimismo, alternar los ritmos regulares de su paso. Es capaz de realizar un buen salto en largo a la carrera o parado. He aquí otro ejemplo en que el dominio de la dimensión vertical precede notoriamente al de la horizontal. También puede brincar (salto con rebote sobre uno y otro pie), al menos a la manera del pato cojo. Pero no puede saltar en un solo pie y mucho menos todavía realizar los tres tipos de salto sucesivamente. Puede, sin embargo, mantener el equilibrio sobre un pie durante varios segundos, y por regla general, seis meses más tarde ya salta en un solo pie. Prueba del progreso en el equilibrio corporal son sus excelentes desempeños en la barra de equilibrio de 6 cm de ancho.

Sus nuevas proezas atléticas se basan en la mayor independencia de la musculatura de las piernas. Como en todas partes, aquí también se ve la obra del principio de individualización. Hay menos totalidad en sus respuestas corporales, y piernas, tronco, hombros y brazos no reaccionan tan en conjunto. Esto hace que sus articulaciones parezcan más móviles.

También le proporciona placer las pruebas que exigen una coordinación fina. Toma una aguja y con buena puntería la introduce en un pequeño agujero, sonriendo ante el éxito. Se abotona las ropas y hace el lazo de los zapatos con toda facilidad. Sus ademanes demuestran mayor refinamiento y precisión. Al dibujar, es capaz de dedicar una atención concentrada a la representación de un solo detalle. La preferencia unilateral no es tan dominante.

El dominio motor de la dimensión oblicua es todavía imperfecto. Es incapaz de copiar un rombo de un modelo, aunque sí puede combinar un trazo vertical y otro horizontal para formar una cruz. Puede trazar sobre el papel, entre líneas paralelas distantes un centímetro, un contorno de forma romboidal.







Ejercicios y actividades de estimulación

*Suministre juegos que requieran la precisión manual, como los armatodo en miniatura, los rompecabezas con multiplicidad de fichas, los crucigramas infantiles, etc.

*Conduzcalo a que realice entrenamiento cotidiano con independencia: servir líquidos de la jarra al vaso, vestirse solo abrochando y desabrochando prendas, abrir puertas con llaves, abrir y cerrar frascos.

*Motívelo a dibujar las experiencias propias del niño, involucrando figura humana.

*Realice juegos para nombrar colores, formas y tamaños.

*Realice juegos de memoria y atención.

*Foméntele la actividad corporal.

*Dele la oportunidad de inventar cuentos.

Etapas del desarrollo psicomotor: quinto y sexto año de vida

CINCO Y SEIS AÑOS



Características motrices



El período de la primera niñez está próximo a su fin a los cinco años. El niño de cinco años posee un mayor control de la actividad corporal general. Su sentido del equilibrio es también más maduro, lo cual hace que en el campo de juegos parezca más seguro. Brinca sin dificultad y también salta. Se conduce con mayor confianza en si mismo y más desenfadado. Puede superar la barra de equilibrio de 4 cm de ancho, a una altura de 60 cm o con una pendiente de 30 cm. ]Puede pararse sobre un solo pie y aun puede llegar a conservar el equilibrio en puntas de pie durante varios segundos. Esos signos de madurez motriz, aparte de su sentido del equilibrio bien desarrollado y de una mayor adaptabilidad social, demuestran que es un alumno más apto para la enseñanza de la danza y de ejercicios y pruebas físicas.

Sus actitudes posturales espontáneas dan la impresión de una relativa terminación y acabamiento. También la facilidad y economía de movimientos se hacen presentes en sus coordinaciones más finas. Muestra mayor precisión y dominio en el manejo de las herramientas, maneja bien el cepillo de dientes y el peine y sabe lavarse la cara. Sus trazos rectos muestran un progreso en el dominio neuromotor de los siguientes ejes: vertical hacia abajo, horizontal de izquierda a derecha y oblicuo hacia abajo. Todas estas habilidades motrices nos dan la pauta de que el sistema neuromotor se halla muy adelantado en su evolución.



Ejercicios y actividades de estimulación

*Promueva el juego de palabras con la posibilidad de utilizar términos inventados.

*Fomente el lenguaje corporal, mediante trabajo de grupo, asumiendo formas y actitudes corporales animales.

*Fomente el lenguaje visual, buscando la expresión a través del dibujo.

*Convoque a juegos grupales de diccionario, como el de meter en una bolsa papelitos que tengans inscritas palabras.

*Realice movimientos con la musculatura gruesa de brazos, tronco y las piernas para potenciar la coordinación dinámica general.

*Realice actividades que involucren el esquema corporal en lo que atañe a la percepción de su cuerpo, esto es, que conozca y experimente acciones con él.

*La direccionalidad se ejercita siguiendo línea en el dibujo rectas y/o circulares, en figuras abiertas o cerradas.

*Trabaje la noción de espacialidad, con ejercicios como ubicar el cuerpo e relación con objetos externos.

*Para fortalecer la percepción sensorial, desarrolle actividades lúdicas que involucren aromas, sonidos, texturas y formas.

Trastornos psicomotrices



El trasfondo de los trastornos psicomotrices son problemas emocionales y del carácter, la mayor parte de los niños con este tipo de trastornos son impulsivos y todo el tiempo se agitan desordenadamente, creándole dificultades en la coordinación y eficiencia motriz, son niños dispersos e inestables emocionalmente, lo cual puede ser causa por alteraciones de la organización de la personalidad en su edad temprana, así como la influencia de un medio sociofamiliar inseguro o desequilibrado. Normalmente estos niños están mal adaptados y por lo mismo no cuentan con un buen rendimiento escolar.

Los trastornos en psicomotricidad pueden ser en el desarrollo motor grueso, desarrollo motor fino, desarrollo sensorial, desarrollo afectivo- social, desarrollo cognitivo y del lenguaje.

Algunos trastornos del desarrollo psicomotor son:

-Torpeza de movimientos: movimientos pobres y dificultad en su realización.



- Desarmonías Tónico – motoras: mala regularización del tono muscular. Puede darse en individuos con un buen nivel motor. Tienen que ver con las variaciones afectivas, con las emociones. Por ejemplo:



PARATONIA: el niño no puede relajar el tono de sus músculos de forma voluntaria; incluso al intentarlo aumenta mas su rigidez contrayéndolos exageradamente.



SINCINESIAS: son movimientos que se realizan de forma involuntaria, al contraerse un grupo de músculos, al realizar otra actividad a la cual se le preste atención. Es normal hasta los 12 años de edad. Desaparecen solos. Suelen formar parte de algún otro problema.



-Inestabilidad Motriz: incapacidad de inhibir sus movimientos, así como la emotividad ligada a estos, también de mantener un esfuerzo de forma constante, se muestra muy disperso. Suelen ser hiperactivos y tener mala coordinación. Presenta problemas de atención, memoria, comprensión, así como trastornos perceptivos y de lenguaje.



- TICS: movimientos repentinos, absurdos e involuntarios que afectan a un grupo de músculos y que se repiten a intervalos. Desaparecen durante el sueño. Se parecen a gestos utilizados comúnmente. Se clasifican según la parte del cuerpo en al que se localiza: tics faciales (son los más frecuentes), tics de la cabeza y cuello, tics del tronco y de los miembros, tics respiratorios como resoplidos o aspiraciones, tics fonatorios por ejemplo gruñir. Aunque pueden ser controlados voluntariamente durante determinado tiempo, algunos factores como el estrés los pueden desencadenar y aumentar. No se debe culpabilizar o reprimir a las persona.



- Trastornos del esquema corporal: es la dificultad para la orientación y utilización del propio cuerpo. Se diferencian dos grupos:

1. trastornos en el "conocimiento y representación mental del propio cuerpo"

2. trastornos referidos a la "utilización y orientación del cuerpo" como:



ASOMATOGNOSIA: incapacidad de reconocer y nombrar partes de su cuerpo. Puede ser causa de alguna lesión neurológica.



TRASTORNOS DE LA LATERALIDAD: Relacionados con la estructuración provocando problemas en la lectoescritura.

- Zurdería contrariada: cuando por influencias sociales no se les permite a los niños ser zurdos aun cuando es su lado dominante.

- Ambidextrismo: se utiliza los dos lados de su cuerpo; también origina serios trastornos espaciales en el niño y en sus aprendizajes.

- Lateralidad cruzada: no tiene una lateralidad claramente definida.



- Inhibición motriz: Tensión corporal movimientos pequeños y silenciosos, suelen ser tensos y pasivos, tienen temor a la relación con el otro y a la desaprobación.


- Apraxias: trastorno neurológico en el que se conoce el movimiento que ha de hacer, pero no se es capaz de realizarlo correctamente.

-APRAXIA IDEATORIA: se les hace imposible "conceptualizar" el movimiento que quieren realizar.

-APRAXIA DE REALIZACIONES MOTORAS: al niño le resulta imposible ejecutar determinado movimiento, previamente elaborado, movimientos lentos y falta de coordinación.

- APRAXIA CONSTRUCTIVA: incapacidad de copiar imágenes o figuras geométricas. Suele haber una mala lateralidad.

-APRAXIA FACIAL: no puede realizar movimientos adecuados a la musculatura de la cara

-APRAXIA POSTURAL: incapacidad de realizar ciertas coordinaciones motrices

-APRAXIA VERBAL: el sujeto comprende la orden que se le da, pero es incapaz de realizarla

- PLANOTOPOCINESIAS Y CINESIAS ESPACIALES: gran dificultad en imitar gestos, por muy simples que éstos sean, ya que ha perdido los puntos de referencia fundamentales. El esquema corporal está muy desorganizado.


- Disfasias. Pérdida parcial del habla, falta de organización del movimiento. No hay lesión neurológica. Las áreas que sufren más alteraciones son la del esquema corporal y la orientación temporo-espacial. La escritura es de las áreas más afectadas.

-Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Es más frecuente en niños que en niñas, aparece antes de los 4 años

Los síntomas son: movimientos frecuentes en el cuerpo que indican inquietud, tienen dificultad para permanecer sentado, esperar turno, mantener su atención en actividades, se distrae con facilidad ante cualquier estímulo, responde precipitadamente, suele hablar en exceso, interrumpe actividades de otros, no escucha lo que se le dice, tiene dificultad en seguir las instrucciones que se le dan pero no porque no las comprenda ni porque no quiera seguirlas, cambia con facilidad y frecuencia de actividad sin acabarlas, suele perder objetos necesarios para la realización de las tareas, suele realizar actividades físicas peligrosas, sus trabajos escolares son descuidados y generalmente inacabados, trabaja de forma impulsiva y desorganizada.

TRATAMIENTO: El pediatra determinará si se precisa tratamiento farmacológico y de qué tipo. La medicación sin terapia acaba siendo sólo una ayuda temporal. Se ha de llevar a cabo de forma paralela, una terapia comportamental de tipo psicológico, así como proporcionar a padres y maestros asesoramiento sobre el trastorno que sufre el niño y maneras de afrontarlo.


NOTA: Aunque el desarrollo psicomotor es distinto en cada niño, hay períodos de edad en los que se espera que haya alcanzado ya ciertas habilidades. Si existe mucho retraso o habilidades mal desarrolladas que se mantienen a largo tiempo, será preciso acudir a un experto.


Es importante intervenir cuanto antes, pues el trastorno puede ir repercutiendo negativamente en otras áreas del niño, agravando y comprometiendo el desarrollo del niño.



Este trastorno afecta a diferentes áreas del niño: al afectivo, la sensorial, al psíquico y al motor. La finalidad del tratamiento es buscar que el niño consiga un mayor dominio sobre su propio cuerpo logrando más autonomía; el trabajo terapéutico se hará incidiendo tanto sobre el propio cuerpo como sobre las relaciones que éste establece con el entorno.



El tratamiento aplicado deberá adaptarse a la personalidad del niño. Será muy importante realizar un buen diagnóstico que discrimine si el niño sufre una "debilidad motriz" o se trata de otro trastorno psicomotor, para enfocar correctamente el tratamiento o reeducación.