jueves, 26 de mayo de 2011

Trastornos psicomotrices



El trasfondo de los trastornos psicomotrices son problemas emocionales y del carácter, la mayor parte de los niños con este tipo de trastornos son impulsivos y todo el tiempo se agitan desordenadamente, creándole dificultades en la coordinación y eficiencia motriz, son niños dispersos e inestables emocionalmente, lo cual puede ser causa por alteraciones de la organización de la personalidad en su edad temprana, así como la influencia de un medio sociofamiliar inseguro o desequilibrado. Normalmente estos niños están mal adaptados y por lo mismo no cuentan con un buen rendimiento escolar.

Los trastornos en psicomotricidad pueden ser en el desarrollo motor grueso, desarrollo motor fino, desarrollo sensorial, desarrollo afectivo- social, desarrollo cognitivo y del lenguaje.

Algunos trastornos del desarrollo psicomotor son:

-Torpeza de movimientos: movimientos pobres y dificultad en su realización.



- Desarmonías Tónico – motoras: mala regularización del tono muscular. Puede darse en individuos con un buen nivel motor. Tienen que ver con las variaciones afectivas, con las emociones. Por ejemplo:



PARATONIA: el niño no puede relajar el tono de sus músculos de forma voluntaria; incluso al intentarlo aumenta mas su rigidez contrayéndolos exageradamente.



SINCINESIAS: son movimientos que se realizan de forma involuntaria, al contraerse un grupo de músculos, al realizar otra actividad a la cual se le preste atención. Es normal hasta los 12 años de edad. Desaparecen solos. Suelen formar parte de algún otro problema.



-Inestabilidad Motriz: incapacidad de inhibir sus movimientos, así como la emotividad ligada a estos, también de mantener un esfuerzo de forma constante, se muestra muy disperso. Suelen ser hiperactivos y tener mala coordinación. Presenta problemas de atención, memoria, comprensión, así como trastornos perceptivos y de lenguaje.



- TICS: movimientos repentinos, absurdos e involuntarios que afectan a un grupo de músculos y que se repiten a intervalos. Desaparecen durante el sueño. Se parecen a gestos utilizados comúnmente. Se clasifican según la parte del cuerpo en al que se localiza: tics faciales (son los más frecuentes), tics de la cabeza y cuello, tics del tronco y de los miembros, tics respiratorios como resoplidos o aspiraciones, tics fonatorios por ejemplo gruñir. Aunque pueden ser controlados voluntariamente durante determinado tiempo, algunos factores como el estrés los pueden desencadenar y aumentar. No se debe culpabilizar o reprimir a las persona.



- Trastornos del esquema corporal: es la dificultad para la orientación y utilización del propio cuerpo. Se diferencian dos grupos:

1. trastornos en el "conocimiento y representación mental del propio cuerpo"

2. trastornos referidos a la "utilización y orientación del cuerpo" como:



ASOMATOGNOSIA: incapacidad de reconocer y nombrar partes de su cuerpo. Puede ser causa de alguna lesión neurológica.



TRASTORNOS DE LA LATERALIDAD: Relacionados con la estructuración provocando problemas en la lectoescritura.

- Zurdería contrariada: cuando por influencias sociales no se les permite a los niños ser zurdos aun cuando es su lado dominante.

- Ambidextrismo: se utiliza los dos lados de su cuerpo; también origina serios trastornos espaciales en el niño y en sus aprendizajes.

- Lateralidad cruzada: no tiene una lateralidad claramente definida.



- Inhibición motriz: Tensión corporal movimientos pequeños y silenciosos, suelen ser tensos y pasivos, tienen temor a la relación con el otro y a la desaprobación.


- Apraxias: trastorno neurológico en el que se conoce el movimiento que ha de hacer, pero no se es capaz de realizarlo correctamente.

-APRAXIA IDEATORIA: se les hace imposible "conceptualizar" el movimiento que quieren realizar.

-APRAXIA DE REALIZACIONES MOTORAS: al niño le resulta imposible ejecutar determinado movimiento, previamente elaborado, movimientos lentos y falta de coordinación.

- APRAXIA CONSTRUCTIVA: incapacidad de copiar imágenes o figuras geométricas. Suele haber una mala lateralidad.

-APRAXIA FACIAL: no puede realizar movimientos adecuados a la musculatura de la cara

-APRAXIA POSTURAL: incapacidad de realizar ciertas coordinaciones motrices

-APRAXIA VERBAL: el sujeto comprende la orden que se le da, pero es incapaz de realizarla

- PLANOTOPOCINESIAS Y CINESIAS ESPACIALES: gran dificultad en imitar gestos, por muy simples que éstos sean, ya que ha perdido los puntos de referencia fundamentales. El esquema corporal está muy desorganizado.


- Disfasias. Pérdida parcial del habla, falta de organización del movimiento. No hay lesión neurológica. Las áreas que sufren más alteraciones son la del esquema corporal y la orientación temporo-espacial. La escritura es de las áreas más afectadas.

-Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Es más frecuente en niños que en niñas, aparece antes de los 4 años

Los síntomas son: movimientos frecuentes en el cuerpo que indican inquietud, tienen dificultad para permanecer sentado, esperar turno, mantener su atención en actividades, se distrae con facilidad ante cualquier estímulo, responde precipitadamente, suele hablar en exceso, interrumpe actividades de otros, no escucha lo que se le dice, tiene dificultad en seguir las instrucciones que se le dan pero no porque no las comprenda ni porque no quiera seguirlas, cambia con facilidad y frecuencia de actividad sin acabarlas, suele perder objetos necesarios para la realización de las tareas, suele realizar actividades físicas peligrosas, sus trabajos escolares son descuidados y generalmente inacabados, trabaja de forma impulsiva y desorganizada.

TRATAMIENTO: El pediatra determinará si se precisa tratamiento farmacológico y de qué tipo. La medicación sin terapia acaba siendo sólo una ayuda temporal. Se ha de llevar a cabo de forma paralela, una terapia comportamental de tipo psicológico, así como proporcionar a padres y maestros asesoramiento sobre el trastorno que sufre el niño y maneras de afrontarlo.


NOTA: Aunque el desarrollo psicomotor es distinto en cada niño, hay períodos de edad en los que se espera que haya alcanzado ya ciertas habilidades. Si existe mucho retraso o habilidades mal desarrolladas que se mantienen a largo tiempo, será preciso acudir a un experto.


Es importante intervenir cuanto antes, pues el trastorno puede ir repercutiendo negativamente en otras áreas del niño, agravando y comprometiendo el desarrollo del niño.



Este trastorno afecta a diferentes áreas del niño: al afectivo, la sensorial, al psíquico y al motor. La finalidad del tratamiento es buscar que el niño consiga un mayor dominio sobre su propio cuerpo logrando más autonomía; el trabajo terapéutico se hará incidiendo tanto sobre el propio cuerpo como sobre las relaciones que éste establece con el entorno.



El tratamiento aplicado deberá adaptarse a la personalidad del niño. Será muy importante realizar un buen diagnóstico que discrimine si el niño sufre una "debilidad motriz" o se trata de otro trastorno psicomotor, para enfocar correctamente el tratamiento o reeducación.

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