jueves, 26 de mayo de 2011

Etapas del desarrollo psicomotor: quinto y sexto año de vida

CINCO Y SEIS AÑOS



Características motrices



El período de la primera niñez está próximo a su fin a los cinco años. El niño de cinco años posee un mayor control de la actividad corporal general. Su sentido del equilibrio es también más maduro, lo cual hace que en el campo de juegos parezca más seguro. Brinca sin dificultad y también salta. Se conduce con mayor confianza en si mismo y más desenfadado. Puede superar la barra de equilibrio de 4 cm de ancho, a una altura de 60 cm o con una pendiente de 30 cm. ]Puede pararse sobre un solo pie y aun puede llegar a conservar el equilibrio en puntas de pie durante varios segundos. Esos signos de madurez motriz, aparte de su sentido del equilibrio bien desarrollado y de una mayor adaptabilidad social, demuestran que es un alumno más apto para la enseñanza de la danza y de ejercicios y pruebas físicas.

Sus actitudes posturales espontáneas dan la impresión de una relativa terminación y acabamiento. También la facilidad y economía de movimientos se hacen presentes en sus coordinaciones más finas. Muestra mayor precisión y dominio en el manejo de las herramientas, maneja bien el cepillo de dientes y el peine y sabe lavarse la cara. Sus trazos rectos muestran un progreso en el dominio neuromotor de los siguientes ejes: vertical hacia abajo, horizontal de izquierda a derecha y oblicuo hacia abajo. Todas estas habilidades motrices nos dan la pauta de que el sistema neuromotor se halla muy adelantado en su evolución.



Ejercicios y actividades de estimulación

*Promueva el juego de palabras con la posibilidad de utilizar términos inventados.

*Fomente el lenguaje corporal, mediante trabajo de grupo, asumiendo formas y actitudes corporales animales.

*Fomente el lenguaje visual, buscando la expresión a través del dibujo.

*Convoque a juegos grupales de diccionario, como el de meter en una bolsa papelitos que tengans inscritas palabras.

*Realice movimientos con la musculatura gruesa de brazos, tronco y las piernas para potenciar la coordinación dinámica general.

*Realice actividades que involucren el esquema corporal en lo que atañe a la percepción de su cuerpo, esto es, que conozca y experimente acciones con él.

*La direccionalidad se ejercita siguiendo línea en el dibujo rectas y/o circulares, en figuras abiertas o cerradas.

*Trabaje la noción de espacialidad, con ejercicios como ubicar el cuerpo e relación con objetos externos.

*Para fortalecer la percepción sensorial, desarrolle actividades lúdicas que involucren aromas, sonidos, texturas y formas.

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